Salmos 112

Salmos 112

Prosperidad del que teme al Señor

1Dichoso el hombre que honra al Señor

y se deleita obedeciendo sus mandatos.

2Sus hijos tendrán poder en la tierra,

y serán bendecidos por su rectitud.

3Su casa rebosará de bienestar y de riquezas,

y su justicia permanecerá para siempre.

4Para los justos, la luz brilla en las tinieblas.

Dios es bueno, justo y compasivo.

5El hombre bueno es compasivo y generoso;

todos sus negocios los maneja con justicia,

6y por eso nunca tendrá tropiezos.

El hombre justo siempre será recordado;

7vivirá sin temor a las malas noticias,

y su corazón estará firme y confiado en el Señor.

8Su corazón estará tranquilo, sin ningún temor,

y llegará a ver la caída de sus enemigos.

9El justo comparte con los pobres lo que tiene;

su justicia permanece para siempre,

y con mucha honra puede ostentar su poder.

10El malvado lo ve y se enoja;

rechinando los dientes, se irá consumiendo;

pero sus malos deseos no prosperarán.

Reina Valera Contemporánea™ © Sociedades Bíblicas Unidas, 2009, 2010.
Published by: United Bible Societies