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1Y LOS Filisteos, tomada el arca de Dios, trajéronla desde Eben-ezer á Asdod.[#4.1 y 7.12.; #Jos. 11.22 y 15.46,47. 2 Cr. 26.6. Is. 20.1.]
2Y tomaron los Filisteos el arca de Dios, y metiéronla en la casa de Dagón, y pusiéronla junto á Dagón.[#Jue. 16.23.]
3Y el siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, y he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca de Jehová: y tomaron á Dagón, y volviéronlo á su lugar.[#Is. 46.1,2,7.]
4Y tornándose á levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón, y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado á Dagón el tronco solamente.[#Jer. 50.2. Ez. 6.4,6. Mi. 1.7.]
5Por esta causa los sacerdotes de Dagón, y todos los que en el templo de Dagón entran, no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy.
6Empero agravóse la mano de Jehová sobre los de Asdod, y destruyólos, é hiriólos con hemorroides en Asdod y en todos sus términos.[#7,11. Sal. 32.4.; #6.5.; #Dt. 28.27. Sal. 78.66.]
7Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros, y sobre nuestro dios Dagón.
8Enviaron pues á juntar á sí todos los príncipes de los Filisteos, y dijeron: ¿Qué haremos del arca del Dios de Israel? Y ellos respondieron: Pásese el arca del Dios de Israel á Gath. Y pasaron allá el arca del Dios de Israel.[#Jos. 13.3.; #17.4.]
9Y aconteció que como la hubieron pasado, la mano de Jehová fué contra la ciudad con grande quebrantamiento; é hirió los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, que se llenaron de hemorroides.[#7.13 y 12.15.]
10Entonces enviaron el arca de Dios á Ecrón. Y como el arca de Dios vino á Ecrón, los Ecronitas dieron voces diciendo: Han pasado á mí el arca del Dios de Israel por matarme á mí y á mi pueblo.[#Jos. 15.11.]
11Y enviaron á juntar todos los príncipes de los Filisteos, diciendo: Despachad el arca del Dios de Israel, y tórnese á su lugar, y no mate á mí ni á mi pueblo: porque había quebrantamiento de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se había allí agravado.[#6,9]
12Y los que no morían, eran heridos de hemorroides; y el clamor de la ciudad subía al cielo.