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1Y HABÍA un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los Judíos.[#7.50 y 19.39.; #Lc. 23.35 y 24.20. 12.42]
2Este vino á Jesús de noche, y díjole: Rabbí, sabemos que has venido de Dios por maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no fuere Dios con él.[#2.11,23 y 5.36 y 9.16,33 y 14.10,11.]
3Respondió Jesús, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.[#1.13. Ga. 6.15. 1 Jn. 3.9.]
4Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer?
5Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.[#Mr. 16.16.; #Hch. 2.38. Tit. 3.5.]
6Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.[#1.13. 1 Co. 15.50.]
7No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez.
8El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni á dónde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
9Respondió Nicodemo, y díjole: ¿Cómo puede esto hacerse?[#6.52,60.]
10Respondió Jesús, y díjole: ¿Tú eres el maestro de Israel, y no sabes esto?
11De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.[#32]
12Si os he dicho cosas terrenas, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
13Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.[#6.62.; #6.38,42,51,58.]
14Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado;[#Nm. 21.9.; #8.28 y 12.32,34.]
15Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna.[#36. 6.40,47.]
16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.[#Ro. 5.8. 1 Jn. 4.9.; #Ro. 8.32.; #1.18.]
17Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él.[#10.36.; #Mt. 18.11.]
18El que en él cree, no es condenado; mas el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios.[#5.24.]
19Y esta es la condenación: porque la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas.[#1.4,9.; #1.5.]
20Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene á la luz, porque sus obras no sean redargüidas.[#Ro. 13.12. Ef. 5.13.]
21Mas el que obra verdad, viene á la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios.
22Pasado esto, vino Jesús con sus discípulos á la tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba.[#4.2.]
23Y bautizaba también Juan en Enón junto á Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.
24Porque Juan, no había sido aún puesto en la cárcel.[#Mt. 4.12.]
25Y hubo cuestión entre los discípulos de Juan y los Judíos acerca de la purificación.[#2.6.]
26Y vinieron á Juan, y dijéronle: Rabbí, el que estaba contigo de la otra parte del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen á él.[#1.28.; #1.7,15,34.]
27Respondió Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo, si no le fuere dado del cielo.
28Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.[#1.20,27.; #1.23.]
29El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está en pie y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo es cumplido.[#Mt. 25.1.; #Jue. 14.21.]
30A él conviene crecer, mas á mí menguar.[#Mt. 3.11.]
31El que de arriba viene, sobre todos es: el que es de la tierra, terreno es, y cosas terrenas habla: el que viene del cielo, sobre todos es.[#13; #1 Co. 15.47.]
32Y lo que vió y oyó, esto testifica: y nadie recibe su testimonio.[#11. 1.18.; #8.26 y 15.15.; #1.10,11.]
33El que recibe su testimonio, éste signó que Dios es verdadero.[#1 Jn. 5.10.]
34Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla: porque no da Dios el Espíritu por medida.
35El Padre ama al Hijo, y todas las cosas dió en su mano.[#Mt. 3.17. 5.20]
36El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.[#Hab. 2.4. 1.12 y 6.40,47]