Salmos 22

1DIOS mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?[#Mt. 27.46. Mr. 15.34.]

¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?

2Dios mío, clamo de día, y no oyes;

Y de noche, y no hay para mí silencio.

3Tú empero eres santo,

Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

4En ti esperaron nuestros padres:

Esperaron, y tú los libraste.

5Clamaron á ti, y fueron librados:

Esperaron en ti, y no se avergonzaron.

6Mas yo soy gusano, y no hombre;[#Is. 41.14.]

Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.

7Todos los que me ven, escarnecen de mí;[#Mt. 27.39. Mr. 15.29.]

Estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:

8Remítese á Jehová, líbrelo;[#Mt. 27.43.]

Sálvele, puesto que en él se complacía.

9Empero tú eres el que me sacó del vientre,[#Sal. 71.6.]

El que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre.

10Sobre ti fuí echado desde la matriz:

Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

11No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;

Porque no hay quien ayude.

12Hanme rodeado muchos toros;[#Am. 4.1.]

Fuertes toros de Basán me han cercado.

13Abrieron sobre mí su boca,[#Lm. 2.16.]

Como león rapante y rugiente.

14Heme escurrido como aguas,

Y todos mis huesos se descoyuntaron:

Mi corazón fué como cera,

Desliéndose en medio de mis entrañas.

15Secóse como un tiesto mi vigor,

Y mi lengua se pegó á mi paladar;

Y me has puesto en el polvo de la muerte.

16Porque perros me han rodeado,

Hame cercado cuadrilla de malignos:

Horadaron mis manos y mis pies.

17Contar puedo todos mis huesos;

Ellos miran, considéranme.

18Partieron entre sí mis vestidos,[#Mt. 27.35. Lc. 23.34. Jn. 19.24.]

Y sobre mi ropa echaron suertes.

19Mas tú, Jehová, no te alejes;

Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.

20Libra de la espada mi alma;

Del poder del perro mi única.

21Sálvame de la boca del león,[#2 Ti. 4.17.]

Y óyeme librándome de los cuernos de los unicornios.

22Anunciaré tu nombre á mis hermanos:[#He. 2.12.]

En medio de la congregación te alabaré.

1 “Jehová es mi pastor.”

2 El Rey de gloria.

23Los que teméis á Jehová, alabadle;[#Sal. 135.19,20.]

Glorificadle, simiente toda de Jacob;

Y temed de él, vosotros, simiente toda de Israel.

24Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre,

Ni de él escondió su rostro;

Sino que cuando clamó á él, oyóle.

25De ti será mi alabanza en la grande congregación;[#Sal. 35.18 y 40.9,10.]

Mis votos pagaré delante de los que le temen.

26Comerán los pobres, y serán saciados:[#Sal. 69.32. Is. 65.13.]

Alabarán á Jehová los que le buscan:

Vivirá vuestro corazón para siempre.

27Acordarse han, y volveránse á Jehová todos los términos de la tierra;[#Sal. 2.8 y 67.7.]

Y se humillarán delante de ti todas las familias de las gentes.

28Porque de Jehová es el reino;[#Abd. 21. Zac. 14.9. Mt. 6.13.]

Y él se enseñoreará de las gentes.

29Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra:

Postraránse delante de él todos los que descienden al polvo,

Si bien ninguno puede conservar la vida á su propia alma.

30La posteridad le servirá;

Será ella contada por una generación de Jehová.

31Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere,[#Sal. 78.6.]

Su justicia que él hizo.

Reina-Valera 1909 - Dominio público. Fue realizada por Sociedades Bíblicas Unidas y publicada por primera vez en 1909.
Published by: United Bible Societies