Sabiduría 13

Sabiduría 13

Contra la idolatría

1¡Qué tontos son aquellos

que no toman en cuenta a Dios!

Son tan tontos que no ven

todo lo que Dios ha hecho,

ni lo reconocen como el Dios creador.

2En cambio, reconocieron como dioses

al fuego, al viento y a la suave brisa;

a los mares, a los ríos

y a las estrellas del cielo.

3Tan bellas les parecieron esas cosas

que las consideraron dioses.

Debieron haber sabido

que más bello y hermoso

es nuestro Dios,

quien hizo todo lo que ellos adoran.

¡Dios es el creador

de todo lo que es bello y hermoso!

4Si la energía y el poder de todo eso

les causó tanta admiración,

debieron darse cuenta

que mucho más poderoso

es el Dios de Israel quien los creó.

5Cuando vemos la grandeza

y la belleza de todo lo creado,

tenemos que reconocer

el poder de nuestro Creador.

6Sin embargo,

no hay que ser tan severos

al juzgar a esas personas;

quizás se perdieron

tratando de encontrar al Dios verdadero.

7Al ver lo que Dios hizo,

lo encontraron tan hermoso

que esa belleza los engañó;

por eso adoraron todo aquello.

8Sin embargo, no son inocentes,

9porque si fueron capaces

de investigar el universo

y de aprender tanto de él,

¿cómo es que no descubrieron

al Creador de todo lo que existe?

El carpintero que fabrica un ídolo

10¡Qué lástima me dan

los que consideran dioses

a objetos que hicieron ellos mismos!

¡Qué lástima me dan

los que tienen por dioses

a objetos de plata y oro,

a figuras de animales

y a piedras talladas

que no tienen nada de valor!

11Pongamos como ejemplo al carpintero:

Corta un árbol, le quita la corteza,

trabaja con cuidado la madera

y fabrica una mesa

que presta buen servicio.

12Si le sobra madera,

la usa como leña para cocinar.

13Y si le sobra un palo torcido

que está tan lleno de nudos

que no sirve para nada,

en sus ratos libres

se dedica a darle forma,

hasta que hace la figura de un hombre

14o de un animal asqueroso.

Después rellena los huequitos con masilla

y pinta esa figura de rojo.

15Luego prepara un lugar en la pared

y allí coloca la figura.

16El carpintero sabe muy bien

que necesita tener mucho cuidado

para que ese ídolo no se caiga,

pues no puede sostenerse solo

y necesita la ayuda de alguien.

17Sin embargo,

ese mismo carpintero

no siente la menor vergüenza

de hablarle al ídolo,

y de pedirle por su esposa,

por sus hijos y por su casa.

Es tan tonto

que cuando está enfermo,

le pide ayuda a una figura sin vida.

18Le pide a un palo muerto

que le conserve la vida.

Le pide protección

a quien tiene que ser protegido,

y espera que un pedazo de madera,

que necesita ser transportado,

sea quien lo acompañe en un viaje.

19¡A un ídolo de madera,

que no puede usar las manos,

le pide ayuda en sus negocios y trabajos!

Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Published by: United Bible Societies