BARUC 5

1Jerusalén, quítate tus ropas de duelo y aflicción;

vístete ya para siempre con el esplendor de la gloria de Dios.

2Cúbrete con el manto de la justicia de Dios

y pon sobre tu cabeza la diadema de gloria del Eterno.

3Porque Dios mostrará tu fulgor

a todo cuanto existe debajo del cielo,

4y te impondrá para siempre este nombre:

“Paz en la justicia, y gloria en la adoración a Dios”.

5¡Arriba, Jerusalén, sube a una altura[#5,5-9: El libro termina con la descripción del retorno del exilio que viene concebido, al igual que hacía el Deuteroisaías, como un nuevo éxodo.]

y dirige tu vista hacia el oriente!

Verás que, a la orden del Dios santo,

se reúnen tus hijos con alegría,

de levante hasta poniente,

porque Dios se ha acordado de ellos.

6De ti partieron a pie llevados por sus enemigos;

pero Dios te los traerá de nuevo

gloriosamente, como a reyes en su trono.

7Dios ha dispuesto que se aplanen

los altos montes y los collados seculares,

que se rellenen los valles y se allane el terreno

para que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios.

8Entonces, conforme al mandato de Dios,

todos los bosques y los árboles aromáticos

darán sombra a Israel.

9Porque Dios guiará a Israel alegremente,

lo conducirá a la luz de su gloria,

y le revelará su misericordia y su justicia.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain