PROVERBIOS 8

Pregón de la Sabiduría

1La Sabiduría está pregonando,[#8,1: La introducción del poema (8,1-3) presenta la inminente actuación de la sabiduría (pregonar, alzar la voz, gritar), así como el escenario múltiple, público y concurrido de su pregón.]

la inteligencia levanta su voz.

2Sobre los promontorios

al borde del camino,

de pie en las encrucijadas,

3junto a las puertas de la ciudad,

a la entrada de los patios está gritando:

4“A ustedes, seres humanos, los llamo,

a ustedes dirijo mi pregón.

5Inexpertos, adquieran prudencia;

y ustedes, necios, sean sensatos.

6Escuchen, que mis labios

proclaman cosas rectas,

cosas excelentes comunican.

7Mi boca paladea la verdad,

pues la maldad repugna a mis labios.

8Todos mis discursos son sinceros,

ninguno es hipócrita ni retorcido;

9todos son claros para el inteligente,

irreprochables para los que adquieren saber.

10Prefieran mi instrucción a la plata

y el conocimiento al oro puro;

11pues la sabiduría es más valiosa que las perlas,

ninguna joya se le puede comparar.

12Yo, la Sabiduría, convivo con la prudencia[#8,12: En la primera parte de su discurso autobiográfico (8,12-21), la sabiduría muestra sus poderes y dones que se concretan en diversos saberes de índole teórica y práctica (8,12-14), especialmente en el ejercicio justo del poder (8,15-16), y en los bienes y riquezas que acompañan a los que la buscan y aprecian (8,17-21).]

y he encontrado el arte de la discreción.

13(Respetar al Señor es odiar el mal).

Aborrezco la soberbia y la arrogancia,

el mal proceder y la mentira.

14Tengo buen juicio y competencia,

me pertenecen la inteligencia y el poder.

15Gracias a mí reinan los reyes

y los soberanos administran la justicia.

16Gracias a mí gobiernan los príncipes

y los magistrados juzgan con justicia.

17Yo amo a los que me aman

y los que me buscan me encuentran.

18Me acompañan riquezas y honores,

fortuna duradera y justicia.

19Mi fruto es mejor que oro de ley,

mi cosecha es mejor que plata fina.

20Camino por sendas justas

y voy por senderos rectos;

21así legaré mis bienes a los que me aman

y los colmaré de riqueza.

22El Señor me creó al principio de mi actividad,[#8,22: La segunda parte del discurso autobiográfico (8,22-30) nos remite a los orígenes divinos de la sabiduría y a su privilegiada relación con Dios como criatura primordial en el acto creador. Se apuntan una serie de rasgos que confieren a la sabiduría una condición semidivina y cuasipersonal que será más ampliamente desarrollada en otros himnos , y que desembocará en la formulación neotestamentaria de la personalidad de Jesucristo, palabra creadora y eterna (Jn 1) y sabiduría de Dios (1 Co 1,24-30).]

antes de sus obras primeras;

23desde el comienzo del tiempo fui fundada,[#8,23: Nótese la proliferación de expresiones temporales (desde, antes de, aún no) que definen a la sabiduría como la primera de las criaturas divinas.]

antes de los orígenes de la tierra.

24Aún no había océanos cuando fui engendrada,

aún no existían manantiales ricos en agua;

25antes de que estuvieran formados los montes,

antes que existieran las colinas fui engendrada.

26Aún no había creado la tierra y los campos,

ni las primeras partículas del mundo.

27Yo estaba allí cuando colocaba los cielos,[#28,27: Esta expresión, junto con la equivalente “junto a él” (28,30), caracteriza la segunda serie (28,27-30) y subraya la función mediadora y testifical de la sabiduría en la creación divina.]

cuando extendía el firmamento sobre el océano;

28cuando sujetaba las nubes en lo alto,

cuando fijaba las fuentes subterráneas;

29cuando imponía al mar sus límites

para que las aguas no se desbordasen.

Cuando echaba los cimientos de la tierra,

30yo estaba junto a él, como aprendiz;[#8,30: Expresión compleja de significado incierto, con dos acepciones básicas: artesano o arquitecto (que también podría atribuirse a Dios, el arquitecto) y niño criado/educado. La opción elegida asume elementos de ambas acepciones y es coherente con el contexto inmediato (vv. 28.31-32).]

yo era su alegría cotidiana

y jugaba en su presencia a todas horas;

31jugaba en su mundo habitado,[#8,31: Lit. La preposición hebrea “be” expresa tanto el lugar (en) como la compañía o el instrumento (con), acepción esta que permitiría también traducir:]

compartiendo con los humanos mi alegría.

32Y ahora, hijos, escúchenme:[#8,32: La conclusión del poema (8,32-36) retoma el género exhortativo para reiterar la invitación a aceptar, recibir y buscar la sabiduría, ahora avalada por la excelencia de sus dones y su origen divino (8,12-31) y, en virtud de ello, portadora de felicidad y de vida (8,34-36).]

felices quienes siguen mis caminos.

33Acepten la corrección,

no la rechacen y serán sabios.

34Felices aquellos que me escuchan

velando a mis puertas cada día,

vigilando los dinteles de mi entrada.

35Quien me encuentra, encuentra la vida

y obtiene el favor del Señor.

36Mas quien me ofende, se daña a sí mismo;

los que me odian, aman la muerte”.

La Biblia Hispanoamericana (BHTI) Traducción Interconfesional versión hispanoamericana Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2011 Utilizada con permiso
Published by: Bible Society of Spain