Salmos 52

SALMO 52 (51)

La inútil jactancia del malvado

3¿Por qué presumes de tu maldad, oh poderoso?[#52.3 Reproches semejantes a éste se encuentran en Sal 4.3; 58.2; 62.4-5. Aquí el salmista no se dirige a una persona en particular, sino que dialoga con un personaje imaginario, que representa a todos los que sólo confían en su poder y en sus riquezas. De este modo, su denuncia profética adquiere mayor fuerza expresiva.]

¡El amor de Dios es constante!

4Sólo piensas en hacer lo malo;

tu lengua es traicionera como un cuchillo afilado.

5Prefieres lo malo a lo bueno,

prefieres la mentira a la verdad.

6Lengua embustera,

prefieres las palabras destructivas;

7pero Dios también te destruirá para siempre:[#52.7 El salmo sigue el modelo de los mensajes proféticos, que comienzan con una denuncia del pecado y luego anuncian el castigo correspondiente. Cf., por ej., Is 3.16-26; 22.15-19; Am 1.3—2.5.]

te tomará y te echará de tu casa; te quitará la vida.

8Los que obedecen a Dios, verán esto y sentirán temor;

pero se burlarán de aquel hombre, diciendo:

9«Miren al que no busca protección en Dios;

al que confía en sus grandes riquezas

y persiste en su maldad.»

10Pero yo soy como un olivo verde[#52.10 También en Jer 11.16; Os 14.7 se presenta la planta de olivo como símbolo de esplendor y de prosperidad.]

en el templo de Dios;

¡siempre confiaré en su amor!

11Oh Dios, siempre te daré gracias por lo que has hecho;

esperaré en ti delante de tus fieles,

porque eres bueno.

Texto Bíblico: Dios habla hoy © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1994.
Published by: United Bible Societies