Ezequiel 31

Comparación entre Egipto y la Asiria derrotada

1El 21 de junio, durante el año once de cautividad del rey Joaquín, recibí este mensaje del Señor :[#31:1 En hebreo El primer día del tercer mes, del antiguo calendario lunar hebreo. Ese suceso ocurrió el 21 de junio del 587 a. C.; ver también la nota en 1:1.]

2«Hijo de hombre, dale este mensaje al faraón, rey de Egipto, y a todas sus multitudes:

»“¿Con quién compararás tu grandeza?

3Eres como la poderosa Asiria,

que alguna vez fue como un cedro del Líbano,

con hermosas ramas que daban una intensa sombra al bosque

y su copa llegaba hasta las nubes.

4Los manantiales profundos lo regaban

y lo ayudaban a crecer alto y frondoso.

El agua corría a su alrededor como un río

y fluía hacia todos los árboles cercanos.

5Este gran árbol se elevaba

muy por encima de los demás árboles que lo rodeaban.

Creció y desarrolló ramas gruesas y largas

por el agua abundante que recibían sus raíces.

6Las aves anidaban en sus ramas

y bajo su sombra parían los animales salvajes.

Todas las grandes naciones del mundo

vivían bajo su sombra.

7Era fuerte y hermoso,

con ramas que se extendían ampliamente

porque sus raíces llegaban a lo profundo,

donde había agua en abundancia.

8Ningún otro cedro del jardín de Dios

podía hacerle competencia.

Ningún ciprés tenía ramas como las suyas;

ningún plátano oriental tenía ramas comparables.

Ningún árbol del jardín de Dios

tenía una belleza parecida.

9Como hice tan hermoso este árbol

y le di un follaje tan magnífico,

era la envidia de los demás árboles del Edén,

el jardín de Dios.

10»”Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: como Egipto se volvió vanidoso y arrogante, y porque se puso tan por encima de los demás que su copa llegaba a las nubes,[#31:10 En hebreo como tú te volviste.]

11lo entregaré en manos de una nación poderosa para que lo destruya como merece su perversidad. Ya lo he desechado.

12Un ejército extranjero —el terror de las naciones— lo taló y lo dejó tendido en el suelo. Sus ramas quedaron esparcidas por las montañas, los valles y los barrancos de la tierra. Todos los que vivían bajo su sombra se fueron y lo dejaron allí tirado.

13»”Las aves se posan en el tronco caído,

y los animales salvajes se tienden entre sus ramas.

14Que ningún árbol de ninguna otra nación

se envanezca por su propia grandeza,

aunque supere la altura de las nubes

y reciba agua de lo profundo.

Pues todos están condenados a morir

y a descender a las profundidades de la tierra.

Caerán a la fosa

junto con el resto del mundo.

15»”Esto dice el Señor Soberano: cuando Asiria descendió a la tumba, hice que los manantiales profundos se lamentaran. Detuve el curso de sus ríos y sequé su abundante agua. Vestí de negro el Líbano e hice que se marchitaran los árboles del campo.[#31:15 En hebreo al Seol ; también en 31:16, 17.]

16Hice que las naciones temblaran de miedo al sonido de su caída, porque la envié a la tumba junto con todos los que descienden a la fosa. Los demás árboles vanidosos del Edén, los mejores y más hermosos del Líbano, aquellos que hundían sus raíces profundamente en el agua, se consolaron al encontrar a este árbol allí con ellos en las profundidades de la tierra.

17También sus aliados fueron destruidos y estaban muertos. Habían descendido a la tumba todas esas naciones que una vez vivieron bajo su sombra.

18»”Oh Egipto, ¿a cuál de los árboles del Edén compararás tu fortaleza y tu gloria? Tú también serás enviado a las profundidades con todas esas naciones. Quedarás tendido entre los paganos que murieron a espada. Ese será el destino del faraón y de todas sus multitudes. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!”».[#31:18 En hebreo entre los incircuncisos.]

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