Salmos 52

Jactancia futil del malvado

1Y tú, fanfarrón, ¿por qué presumes de tu maldad?

¡La misericordia de Dios es constante!

2Tu lengua es como navaja afilada,

que solo engaña y trama hacer mal.

3Prefieres hacer lo malo y no lo bueno,

y mentir, más que decir la verdad.

4Tu lengua es engañosa;

prefieres proferir toda clase de insultos.

5Por eso, Dios te destruirá para siempre;

te arrancará del lugar donde ahora vives;

¡te desarraigará de la tierra de los vivientes!

6Los hombres justos verán esto, y temerán;

se burlarán de él, y dirán:

7«¡Miren al que no hizo de Dios su fortaleza!

¡Miren al que confió en sus muchas riquezas

y se mantuvo firme en su maldad!»

8¡Pero mírenme a mí!

¡Soy como un verde olivo en la casa de Dios,

y en su misericordia confío ahora y siempre!

9Yo te alabaré siempre delante de tus fieles,

porque has actuado en mi favor.

Por siempre confiaré en tu nombre,

porque es bueno confiar en ti.

Reina Valera Contemporánea™ © Sociedades Bíblicas Unidas, 2009, 2010.
Published by: United Bible Societies