Jueces 17

Jueces 17

El templo privado de Micaías

1En los montes de Efraín vivía un hombre que se llamaba Micaías,[#17.1 significa ¿Quién como Yahvé? Sobre el nombre propio del Dios de Israel, véanse Ex 3.14 nota. y Ex 3.15 n. El nombre Micaías, que en el texto hebreo, a partir del v. 5, aparece abreviado en Micá, es el mismo que se transcribe habitualmente por Miqueas .]

2-3el cual le confesó a su madre:

—En cuanto a las mil cien monedas de plata que te robaron, y por las que maldijiste al ladrón, yo las tengo. Yo fui quien te las robó; pero ahora te las devuelvo, pues te oí decir que las habías consagrado al Señor para mandar hacer un ídolo tallado y recubierto de plata.

Y le devolvió la plata. Entonces su madre exclamó:

—¡Que el Señor te bendiga, hijo mío!

4Después que Micaías devolvió el dinero a su madre, ella le entregó a un platero doscientas monedas de plata para que le hiciera un ídolo tallado y recubierto de plata, que luego puso en casa de Micaías.[#17.4 El texto original yuxtapone aquí dos palabras con las que el AT suele referirse a los ídolos. La primera significa propiamente imagen de madera o piedra talladas; la otra, imagen de metal fundido. Es probable que al juntar estos dos términos se haya querido dar el sentido expresado en la traducción.]

5Micaías tenía un lugar de culto en su casa. Y se hizo un efod y dioses familiares, y nombró sacerdote a uno de sus hijos.[#17.5 Véase Jue 8.27 n.; #17.5 Véase Gn 31.19 n.]

6Como en aquella época aún no había rey en Israel, cada cual hacía lo que le daba la gana.[#17.6 Acerca de la situación descrita en este v., véase Jue 17.1-13 n.]

7Había en el pueblo de Belén un joven forastero de la tribu de Judá, que era levita.[#17.7 En el antiguo Israel, los levitas eran los encargados de ejercer las funciones sacerdotales. Al principio vivían dispersos en las distintas poblaciones israelitas (cf. Dt 12.12,18-19), como lo muestra el itinerario seguido por este joven levita: reside como forastero en Belén de Judá, luego es contratado por un hombre de Efraín (vv. 8-12) y después sigue a la tribu de Dan en su migración hacia el norte (Jue 18.20). Cf. 2 R 23.8.]

8Este joven salió de Belén en busca de otro lugar donde vivir, y andando por los montes de Efraín llegó a casa de Micaías.

9—¿De dónde vienes? —le preguntó Micaías.

—Vengo de Belén —contestó el joven—. Soy levita y ando buscando dónde vivir.

10—Pues quédate aquí conmigo —le propuso Micaías—, para que seas mi sacerdote y como mi propio padre. Yo te pagaré diez monedas de plata al año, además de ropa y comida.[#17.10 era un título de honor dado a las personas consideradas dignas de especial respeto, ya fueran profetas como Elías y Eliseo (2 R 2.12; 6.21; 13.14), reyes como Saúl (1 S 24.12, en el texto hebreo), o dignatarios como José y Naamán (en el texto hebreo de Gn 45.8 y 2 R 5.13).]

11El levita aceptó quedarse a vivir con Micaías, y llegó a ser como uno de sus hijos.

12Micaías lo hizo su sacerdote, y él se quedó a vivir allí.

13Entonces Micaías pensó que tenía aseguradas las bendiciones de Dios, pues tenía un levita como sacerdote.

Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Published by: United Bible Societies