HEBREOS 5

Oficio de Sumo Sacerdote

¹Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres, es constituido para servicio a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados;

²que pueda compadecerse de los ignorantes y extraviados, puesto que él también está sujeto a debilidad.

³Y a causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por el pueblo, como también por sí mismo.[#Levítico 4.3, 13, 14.]

⁴Y nadie toma esta honra para sí mismo, sino el que es llamado por Dios, así como Aarón.[#Éxodo 28.1.]

Sacerdote para siempre

⁵Así también el Mesías no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo:

Mi Hijo eres tú,

Yo te he engendrado hoy;

⁶como también en otro pasaje dice:

Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

⁷El cual en los días de su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.

⁸Aún siendo hijo, aprendió la obediencia por lo que sufrió.

⁹Y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser autor de eterna salvación,

¹⁰y fue nombrado por Dios Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.

¹¹Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, porque habéis llegados a ser tardos para oír.

Advertencia contra la apostasía

¹²Porque debiendo ser ya maestros, por causa del tiempo, de nuevo tenéis necesidad de que alguien os enseñe cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche, y no de alimento sólido.

¹³Pues todo el que se alimenta de leche ignora la palabra de la justicia, porque es niño.

¹⁴Pero el alimento sólido es para los maduros, para los que por la práctica tienen los sentidos entrenados para discernir entre el bien y del mal.