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1Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado, y el mar no existía ya más.[#Isaías 65.17.]
2Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía de Dios, del cielo, preparada como una novia adornada para su esposo.[#TR Y yo, Juan, vi.]
3Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos.[#NU desde el trono.; #NU estará con ellos [y será su Dios]; TR igual, pero sin corchetes.]
4Y él enjugará toda lágrima de los ojos de ellos, y no habrá muerte; ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.[#TR Dios.]
5Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son verdaderas y fieles.[#NU omite; #HF y NU fieles y verdaderas.]
6Y me dijo: He venido a ser el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed yo le daré de la fuente de agua viva gratuitamente.[#NU y TR Hecho es(tá). Yo soy . Wilbur Pickering explica como sigue: “’He venido a ser’—esto se lee raro, así que una pequeña minoría de los manuscritos griegos lo cambió a la lectura conocida: ‘Hecho es(tá)’. Pero para ser el Jefe supremo, tanto al principio como al final, hay que ser el mayor, y también hay que sobrevivir después de todos los desafíos. Toda la historia humana ha estado involucrada en el desafío de Satanás contra esa supremacía. A causa de ese reto, y puesto que solamente en este punto ese desafío ha sido conquistado definitivamente, Jehová el Hijo dice: ‘He venido a ser’”.]
7El que venza heredará estas cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.[#TR añade todas.; #HF Al que venza le daré estas cosas.]
8Pero los cobardes, y los incrédulos, y los pecadores, y los abominables, y los homicidios, y los fornicarios, y los hechiceros, y los idólatras, y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte.[#TR omite y los pecadores.]
9Y vino uno de los siete últimos ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete últimas plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven, te mostraré la esposa, la novia del Cordero.[#TR agrega a mí.; #TR omite últimos.; #NU y TR la novia, la esposa.]
10Y me llevó en el Espíritu a una montaña grande y alta, y me mostró la gran ciudad, la Jerusalén santa, que descendía del cielo de Dios,[#HF y NU omiten gran.]
11teniendo la gloria de Dios; su luz era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe cristalino.[#TR añade y.]
12Y tenía un muro grande y alto, y tenía doce puertas, y en sus puertas, doce ángeles, y nombres escritos en ellos, los cuales son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel:[#Lit. Teniendo.; #NU [los nombres] ; TR y WP omiten los nombres.]
13al oriente, tres puertas; y al norte, tres puertas; y al sur, tres puertas; y al occidente, tres puertas.
14Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
15Y el que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.
16Y la ciudad está puesta en forma cuadrangular, y su longitud es igual que su anchura. Y midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: La longitud y la anchura y la altitud de ella son iguales, doce mil .[#HF, NU y TR omiten doce (mil).]
17Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, según medida de hombre, la cual es de ángel.[#HF omite midió.]
18Y el material de su muro era jaspe; y la ciudad era de oro puro, semejante al cristal puro.
19Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;[#TR Y los.]
20el quinto, sardónice; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopaso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
21Y las doce puertaseran doce perlas; cada una de las puertas era de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente.
22Y no vi templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo.
23Y la ciudad no tiene necesidad del sol, ni de la luna, para que resplandezcan en ella; porque la gloria de Dios la alumbra, y la lámpara de ella es el Cordero.[#Isaías 60.19.]
24Y las naciones andarán en la luz de ella; y los reyes de la tierra traen a ella la gloria y honra de las naciones, para él.[#NU agrega de los que hayan sido salvos.; #NU los reyes de la tierra traen su gloria a ella ; TR y WP los reye de la tierra traen su gloria y honor a ella.]
25Y sus puertas no serán cerradas de día—porque no habrá allí noche—
26y traerán la gloria y la honra de las naciones a ella.[#HF a ella para que entren.]
27Y no entrará en ella ninguna cosa impura, o el que hace de abominación y mentira; sino los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.