Salmos 48

Salmos 48

La ciudad de Dios

SALMO 48 (47)

1-21-2 (2-3) Poderoso es nuestro Dios

y merece nuestra alabanza.

En el templo del monte Sión

habita nuestro Dios y Rey.

¡Allí la tierra se alegra!

¡Allí la tierra lo adora !

33 (4) Dios protege nuestra ciudad;

por él vivimos confiados.

44 (5) Algunos reyes se unieron

para atacar la ciudad,

55 (6) pero cuando la vieron

ya no supieron qué hacer;

se asustaron por completo

y se echaron a correr.

66 (7) Tú los llenaste de miedo.

Como heridos de muerte,

se retorcían de dolor.

77 (8) Tú los llenaste de miedo,

parecían marineros

en violenta tempestad.

88 (9) Eso ya lo sabíamos;

en la ciudad de nuestro Dios

lo hemos confirmado:

el Dios del universo,

hará que esta ciudad

permanezca para siempre.

99 (10) Dios mío, Dios mío,

en tu templo nos ponemos a pensar

en la grandeza de tu amor.

1010 (11) Tu fama llega

hasta el fin del mundo;

por todas partes

se habla bien de ti.

¡Tú gobiernas con justicia!

1111 (12) En el monte Sión,

y entre los pueblos de Judá

tus justas decisiones

son motivo de alegría.

1212 (13) ¡Vengan a Jerusalén!

¡Den un paseo por ella

y vean cuántas torres tiene!

1313 (14) ¡Fíjense en sus murallas,

y revisen sus fortalezas!

Así podrán contárselo

a los que todavía no han nacido.

1414 (15) ¡Este es nuestro Dios!

¡Nuestro Dios es un Dios eterno

que siempre guiará nuestra vida!

Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.
Published by: United Bible Societies